Make menuconfig, make bzImage, make modules, make modules install son algunos de los comandos que forman parte de la muy interesante tarea de compilar el kernel de Linux, pero siempre hay algo que no podemos escapar durante la misma y es que al momento de finalizar tenemos que reiniciar el ordenador para que el nuevo kernel comience a gobernar nuestro equipo. Pero todo eso puede cambiar pronto si las cosas salen tal como lo planean quienes se encargan del desarrollo de esta parte fundamental de Linux.
En concreto, la rama 3.20 del kernel de Linux podría eliminar para siempre la necesidad de reiniciar el equipo para actualizar el kernel. Algo que llega gracias al trabajo de los desarrolladores de openSUSE, una distro que en los últimos tiempos está realizando aportes cada vez más importantes en el mundo Linux, convirtiéndose así en uno de los referentes de mayor peso. En concreto, será gracias a dos herramientas llamadas kPatch y kGraft.
El proyecto busca implementar la funcionalidad de ‘live patching’ para permitir que al momento de compilar el kernel, luego de haber decidido minuciosamente que incluir en el núcleo y que dejar fuera para mantenerlo liviano, no sea necesario reiniciar el equipo. Algo que desde luego beneficia a todos los usuarios de Linux, pero que es de especial importancia en los servidores y más aún en entornos corporativos ya que los reinicios se dejan para esos escasos momentos en que no hay tareas importantes.
Jiri Kosina, desarrollador de openSUSE, afirma que están próximos a realizar la pull request para incluir este trabajo en el kernel de Linux 3.20 una vez que se finalice con todo lo concerniente a la versión 3.19, por lo cual luego solo restará que Linus Torvalds de el visto bueno para su inclusión definitiva. Algo para lo cual creemos que no debiera haber problemas teniendo en cuenta los grandes benficios que podrían conseguirse con esta tecnología.
Fuente: LinuxAdictos