“Gnuwatch”, un nuevo programa de la Policía para perseguir la pornografía infantil en Internet

En menos de 10 días de rastreo, el sistema detectó más de 55.000 direcciones IP que comparten 110 vídeos pedófilos.

Se llama Gnuwatch (vigilante) y es la nueva arma informática de la Policía contra la pornografía infantil en Internet. Una especie de “GPS” que rastrea millones de conexiones día y noche y localiza, en un mapa, dónde se esconden los pedófilos, consumidores de fotos y vídeos sexuales de niños.


Gnuwatch se estrenó hace dos semanas, cuando se detuvo a diez personas. En menos de diez días de rastreo, el programa detectó más de 55.000 direcciones IP de todo el mundo que comparten unos 110 vídeos pedófilos seleccionados por la Policía. Ahora toca filtrar esa avalancha de datos, poner nombre y apellidos a esas miles de IP y averiguar si la descarga fue intencionada.

La novedad es que Gnuwatch localiza la ciudad en la que se encuentra el pedófilo, de forma que es mucho más fácil de identificar y detener. Además, la aplicación, desarrollada en Estados Unidos, es capaz de rastrear el hash (especie de número de serie único) de cada foto y vídeo.

“Detectamos que muchos pedófilos cambian los nombres de los archivos para despistar a los investigadores, aunque Gnuwatch es capaz de encontrarlos”, explicó Enrique Rodríguez, inspector jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Policía Nacional.

“Puede ocurrir que algún usuario descargue involuntariamente un archivo, aunque cuando se localiza una descarga repetida y aparecen muchas fotos y vídeos, parece claro que hay intención”, reconoció Rodríguez.

La Policía Nacional actúa sistemáticamente: selecciona unas decenas de vídeos y fotos de reciente aparición en Internet y los introduce en Gnuwatch para que rastree las redes de intercambio de archivos.

Internautas particulares y también asociaciones de defensa de los niños se encargan de alertar a la Policía. Así, la BIT se ha hecho con una base de datos de más de 100.000 vídeos y millones de fotos de menores.

“Cuando ya tenemos 40 ó 50 archivos nuevos, los ponemos en la máquina y rastreamos la red para ver quien los tiene y quien los comparte. Gnuwatch filtra los resultados: como mínimo, tres vídeos completamente descargados. Así no hay duda”, afirmó.

Las páginas pedófilas privadas pueden llegar a cobrar unos 100 dólares por una descarga de 500 fotos de menores. El problema es que para ser socio de estas páginas, es necesario aportar material, lo que frena la investigación de la Policía.

“Es necesaria la creación de la figura del agente encubierto, porque de lo contrario se nos puede acusar de inducción al delito”, reclamó.

FuenteNoticias de Navarra

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