Una vez más, se ha pedido a los consumidores utilizar la más reciente tecnología de cifrado (WPA2) y aplicar contraseñas robustas para proteger las redes domésticas del espionaje y otros ataques.
El llamado de atención se da a raíz de una encuesta realizada por Wi-Fi Alliance, quien advirtió el miércoles que “tomar prestado” el acceso de una red Wi-Fi no protegida es todavía algo común. Una encuesta de la Wi-Fi Alliance, llevada a cabo por Wakefield Research, encontró que un tercio (32%) de los encuestados respondió que habían intentado ingresar a una red Wi-Fi que no era suya, en comparación con el 18% registrado en una encuesta equivalente realizada en diciembre de 2008.
En contraste, 2 de cada 5 encuestados (40%) dijo que sería más probable confiar en alguien que cuenta con la llave de su casa que en alguien que posee la contraseña de su red Wi-Fi. Compartir una contraseña Wi-Fi fue más personal que compartir un cepillo de dientes, de acuerdo con el 25% de los encuestados.
Ejecutivos de Wi-Fi Alliance compararon las contraseñas seguras en las redes inalámbricas con las medidas de seguridad de los autos que la mayoría de las personas han tomado por años.
“La mayoría de los consumidores saben que dejar su red Wi-Fi abierta no es una buena práctica, pero la realidad es que muchos no han tomado las medidas para protegerse“, comentó Kelly Davis-Felner, directora de mercadotecnia de Wi-Fi Alliance. “Los consumidores por lo general pueden activar medidas de seguridad Wi-Fi con pocos y sencillos pasos, pero al igual que los cinturones de seguridad en los autos, no los van a proteger a no ser que los utilicen“.
Fuente: The Register
