Seguridad en Instalaciones

Este artículo está orientado a “abrir” el apetito de los duchos y expertos para que nos muestren, en próximos artículos toda su sabiduría en la materia:

  1. Seguridad Física
  2. Seguridad Electrónica

Vamos a echar un vistazo rápido a la parte física y electrónica de la seguridad. Porque hay vida tras Google, Microsoft o Patriot.

Los que tengáis contratados sistemas de protección del hogar ya estaréis familiarizados con algunos de los conceptos se va a tratar de exponer de manera somera a continuación. En términos generales, la seguridad depende de:

  • Medios Humanos (personal de seguridad)
  • Medios Técnicos
    • Pasivos (Seguridad Física)
    • Activos (Seguridad Electrónica)
  • Medios Organizativos (planes de seguridad, normas, estrategias)

Nos centraremos en los Medios Técnicos. Lo primero que se ha de tener en cuenta a la hora de diseñar unas medidas de seguridad para una zona, edificio, habitación, etc. es de qué se trata de proteger. De una amenaza externa (un banco, por ejemplo), de una amenaza interna, no queremos que salga nada o nadie (una cárcel), impedir la observación desde el exterior (no deseamos que sepan lo que hacemos, una factoría ultra secreta), etc. En función de lo que tratemos de proteger se tomarán unas u otras medidas, o ambas a la vez.

Elementos Pasivos – Seguridad Física

No son cortafuegos, ni ACLs, ni inspección de estados… Son elementos diseñados para impedir o retardar la materialización exitosa de una amenaza y por tanto la primera línea de seguridad. Pueden tratarse de barreras externas (muros, vallas) o internas (paredes, techos de una habitación, una caja fuerte).

  • Barreras perimetrales
Muros. De infinidad de materiales, desde pladur hasta hormigón armado, pasando por acero. Pueden estar diseñados para impedir el paso de personas, para protección contra explosiones (no producen metralla), para emanaciones de señales electromagnéticas, etc. Es común tener en cuenta la altura del mismo, el muro de Cisjordania o de la vergüenza (según quien lo mire) que erige Israel a lo largo del territorio de Cisjordania, llega a levantarse hasta 7 metros de altura y tiene planificado alcanzar una longitud de más de 700 km y los hay subterráneos para impedir la construcción de túneles (bypassing the wall :P), llegando a una profundidad de 20 a 30 metros como es el caso del Muro de Egipto.

Otro tipo de barreras son las vallas, cercados, verjas, espino, concertinas. Éstas últimas, provistas de cuchillas que debido a la torsión del alambre salen disparas en cualquier dirección en caso de cortarlas (muy útiles para curar cualquier mal a base de sangrías típicas de la edad media). Este tipo de barreras son menos robustas, por lo general, que los muros pero más económicas, rápidas y fáciles de instalar, suelen verse en instalaciones militares. Pueden estar electrificadas y protegidas contra sabotaje e intrusión mediante sensores.

Los muros y vallas pueden estar terminadas en su parte superior por bayonetas de espino, concertina, etc. en diversas formas, (en oblicuo simple –hacía el exterior de la amenaza es más complejo de sortear-, doble -en V-, etc.).

En las zonas más protegidas, puede haber más de una línea de protección perimetral, vamos dos o más filas de barreras paralelas (a modo de DMZ). Además esta primera línea de defensa pueden complementarse con sensores, cámaras, torretas de vigilancia para la detección de los intrusos.

  • Barreras Periféricas
Puertas, las hay de todo tipo (manuales, automáticas, basculantes, enrollables, giratorias, correderas, extensibles, etc.).
Puede ser de acceso “directo” o con protecciones contra vehículos cargados de explosivos. En este caso, se instalan obstáculos accionables de forma automática, remota o manual, que impiden o dificultan el paso de un posible vehículo proyectado contra las instalaciones a proteger.
Las puertas pueden ser comunes, de seguridad, blindadas o acorazadas. Pueden ser tipo esclusa (unidireccional, bidireccional, lineales, angulares, etc.). Pueden ir “aderezadas” con detectores de metales, muy usadas en sucursales bancarias.

Ventanas, mostradores, respiraderos, claraboyas, etc. pueden estar protegidos con rejas, cristales blindados (diseñados para diferentes amenazas, -armas ligeras, pesadas, vandalismo, etc.

  • Protección del bien

Cajas fuertes y cámaras acorazadas. Los tipos varían en función del tamaño, método de apertura, fortaleza, etc. Como ejemplo de cámara acorazada, la de nuestro Banco de España, construida a base de hormigón armado y cemento fundido, se encuentra sita a 35 metros de profundidad y cuenta con una superficie de 2500 m2 (algo más que los “minipisos” de Trujillo), además cuenta con un foso y su puente levadizo.
Como curiosidad indicar que por encima se canalizan aguas subterráneas que en caso de robo inundarían la cámara y ésta quedaría sellada. Por último decir, que no todo el oro de la reserva se encuentra en el propio banco, puesto que una importante parte en Fort Knox, el Banco de Inglaterra y Banco Internacional de Pagos de Basilea.

Elementos Activos – Seguridad Electrónica.

Los elementos activos se encargan de monitorizar y/o alertar de una posible intrusión o sabotaje. Éstos se pueden clasificar como sigue:

  • Detección de intrusos en el interior y en el exterior.
  • Control de accesos personas/objetos.
  • CCTV.
  • Avisos.
  • Detección de intrusos en el interior y en el exterior. Sensores.

Los hay de todos los colores y sabores. Se pueden dividir en cuatro categorías en función de la cobertura de detección.

    1. Puntual. Sensor magnético. Se colocan en puertas, ventanas o similar.
    2. Lineal. Láser, infrarrojo. Ideales para zonas angostas.
    3. Superficie. Presión. Se instalan en suelos, vitrinas con objetos valiosos, etc.
    4. Volumen. Microondas, infrarrojos, etc. Cubren amplios espacios, habitaciones, salas, etc.

A continuación se muestra un ejemplo de la tecnología utilizada. Dicha tecnología puede utilizarse en distintas coberturas. Por ejemplo, la tecnología infrarroja podría utilizarse como sensor de tipo lineal o volumétrico.

  • Magnéticos. Sensores muy simples. Dos puntos están en contacto, pasa corriente eléctrica. Cuando se produce una intrusión (abertura de una ventana, por ejemplo), se produce una diferencia de potencial que activa la alarma. Son sencillos de sabotear.
  • Láser. Se suelen colocar en zonas de detección muy determinada, como pueden ser ventanas, puertas, cajas fuertes, pasillos, etc. A mayor número de sensores mayor cobertura de detección. Es común ocultar este tipo de sensores porque su inhabilitación es relativamente sencilla. Son utilizados tanto en interior como en exterior. Requieren de visibilidad entre el transmisor y receptor y por tanto no puede haber obstáculos entre ellos. Le afecta las condiciones climáticas que puedan dificultar la visión entre el transmisor y receptor, como hemos comentado anteriormente.
  • Inducción. Este tipo de sensores mide la alteración de un campo de inducción (o magnético). Detectan el paso de un objeto metálico. El tamaño de dicho objeto irá en función de la calibración del sensor. Estos pueden presentarse en forma de arco de detección, como el que hay en los aeropuertos o pueden instalarse en el suelo, de tal forma que al pasar un vehículo o persona puedan detectar su presencia. Se han utilizado a modo de radar y cuenta la leyenda que los israelíes tiene todo el perímetro de sus fronteras (al menos las más “calientes”) rodeado por este tipo de sensores. De tal forma que cualquier persona con un mínimo objeto metálico es detectado de inmediato (mínimo = clavos de los zapatos). Este tipo de sensores, muy a groso modo son dos cables que crean un campo magnético entre ellos. Como se puede observar no sirve ante objetos no metálicos. No les afecta la climatología (exceptuando tormentas eléctricas).
  • Microondas. Basados en el efecto doppler. Suelen cubrir un entorno en forma de óvalo. Se suelen instalar en el interior de zonas cerradas. Sensores muy efectivos pero que se han de calibrar correctamente porque puede llegar a traspasar paredes o muros y provocar falsos positivos al detectar “intrusiones” en zonas aledañas. En el exterior les puede afectar la climatología (niebla densa, lluvia intensa, etc.).
  • Infrarrojos. Miden la radiación electromagnética infrarroja que irradian los cuerpos. Son sensores que se adaptan mejor en estructuras internas porque les afecta, como es lógico las condiciones climáticas. Cuidado al orientar este tipo de sensores hacia ventanas, puesto que la exposición directa del sol puede provocar falsos positivos.
  • Ultrasonidos. También basados en efecto doppler. Capaz de atravesar obstáculos físicos. Les afecta en menor medida los elementos climáticos (comprobar) y pueden cubrir grandes distancias.
  • Vibración. Todos conocemos su utilización a la hora de medir terremotos. También son muy utilizados en cajas fuertes, detectan movimiento (perforación, taladro,…) sobre una superficie.
  • Otros. Temperatura, posición, presión, lumínicos, acústicos y un gran etc.

Un error habitual en los dispositivos sensores es no eliminar u ocultar el típico LED que se enciende cuando se activa. Por ejemplo, el volumétrico qué cuando una persona pasa por delante se activa (detecta a la persona) y podríamos conocer su alcance porque se ilumina el LED. Esta es una información que debería ocultarse. Hay circunstancias que pueden no haberse tenido en cuenta a la hora de instalar y “configurar” los sensores. Un ejemplo, volumétrico (infrarrojos) apuntando a una ventana puede verse afectado por la exposición directa del sol, o en puestas, etc. Por último, decir que nos podemos encontrar sensores de doble tecnología (microondas+infrarojos, por ejemplo), que sólo en caso de que ambas tecnologías detecten, envían la señal de alarma. De esta forma se minimiza la posibilidad de falsos positivos.

  • Sistemas Control de Acceso.

Son sistemas que en función de un criterio definido permiten o impiden el acceso a determinado lugar. Tornos (manuales o automáticos), esclusas, barreras, puertas, lectores de proximidad, biométricos, electromagnéticos, etc.

  • CCTV.

Muy asociado a la defensa perimetral. Todos conocen y saben para qué sirven los circuitos cerrados de televisión. Efectivamente, nos permite observar lo que sucede a nuestro alrededor (el alrededor de la cámara, claro).

Las cámaras pueden ser a color (mayor realismo) o en blanco y negro (mayor definición), alta definición. Las hay adecuadas a la luz diurna, luz artificial, nocturnas, etc. Incluso con la luz de las estrellas pueden obtener imágenes de calidad (made in Israel). Las hay motorizadas o estáticas (las primeras tienen la ventaja de cubrir más amplitud pero a su vez es una desventaja).

Pueden detectar movimiento, mediante el software adecuado, de la imagen y alertar al operador o disparar alguna acción. Como cualquier sensor se ha dimensionar correctamente para no obtener falsos positivos. Si se configura muy sensible puede que salte la alarma con cualquier animal pequeño (un gato, un ave, etc.) si, lo ponemos poco sensible, puede que no detecte un intruso. Así que a afinar.

Un fallo muy común son los ángulos muertos, zonas que las cámaras no cubren. Esto ocurre cuando dos cámaras puestas en un mismo punto apuntan a dos direcciones diferentes. Lo ideal, es que una cámara cubra el perímetro y a la vez a la siguiente cámara (en fila) de esta forma, podremos eliminar los puntos muertos así como cualquier manipulación directa sobre la cámara. Por supuesto, normalmente detrás de una cámara deberá haber un operador, si no como que la cosa no funciona igual (excepto las cámaras con sensor de movimiento). Por último comentar que puede llegar a ser interesante el ocultar las cámaras por cubiertas opacas, con objeto de no revelar información sobre qué puntos “vigilan” dichas cámaras.

  • Avisos.

Es importante poseer un sistema de avisos ante intrusiones o anomalías, para poder dar aviso (en caso necesario) a la amenaza o para coordinar la seguridad de las instalaciones. Para ello existen sistemas de megafonía para dar avisos y/o instrucciones a “gran” escala, interfono, para comunicaciones puntuales y precisas. Otros sistemas acústicos son sirenas, bocinas, silbatos (muy utilizados en la mar). También se pueden contar con señales lumínicas, iconos, pictogramas, etc.

Comentarios finales:

Las medidas, lógicamente, tienen que estar coordinadas entre sí. De esta forma se reducen fallas y se aumentan capacidades. Todo tiene que ir aderezado con su pertinente plan de seguridad, donde se definen las medidas, las actuaciones, plan de contingencia, plan de formación, etc. Importante, este plan debe estar “bendecido” por la dirección. La seguridad es algo muy molesto para el usuario, que si no hay una correspondencia desde las altas instancias se dificultará su cumplimiento.

No se ha mencionado nada sobre sistemas contraincendios, protección eléctrica (grupos autógenos, SAIs,…), protección electromagnética (TEMPEST), (SIGINT), etc.

Por último indicar que se ha pretendido dar un repaso muy genérico de la seguridad física, tratando de abarcar mucho sin profundizar, puesto que el tiempo (y el espacio) es limitado, así como la paciencia del lector.

Fuente: SecurityByDefault (Parte 1 y Parte 2)

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.