Se llaman “servicios de contenidos”. Funcionan por mensaje de texto y abarcan desde sexo hasta religión.
El cliente marca un número para pedir el horóscopo, un chiste, un poema, entre otras cosas y el envío será para siempre. Es decir llegarán mensajes a toda hora sin que usted los haya pedido otra vez. El costo puede variar entre 50 centavos y tres pesos.
La Defensoría del Consumidor de la Municipalidad de Paraná (Argentina) recibe una gran cantidad de denuncias diarias por este sistema y se encarga de hacer los trámites necesarios para que la gente pueda librarse del servicio.
En el país existen multinacionales que se dedican a suscripciones por mensaje de texto.
A una determinada hora en el televisor aparecen leyendas como “mandá las palabras sexo, virgen, vecinita, gemidos, debut, vicio, poema, horóscopo al 2020, 2112, 6661, 3113, 3030“, y así captan usuarios que después no sabrán cómo sacar el servicio del celular.
Los ejemplos son numerosos. Puede ocurrir que una persona esté mirando en su casa televisión y en cada corte publicitario aparezca una modelo que promete revelar fotos o secretos con sólo mandar una palabra desde su celular. Debajo de la pantalla y a toda velocidad pasan unas letras diminutas difíciles de leer. Allí dice que el envío será reiterado y tendrá un costo más los impuestos pero el cliente se entera recién cuando le irán llegando una o dos veces por día y le cuesten entre 65 centavos y 1 peso, más impuestos por envío.
“Todo el tiempo recibimos quejas de usuarios que no se pueden dar de baja y en el tiempo que les lleva hacerlo, la empresa les sigue sacando plata con cada mensaje”, confirma Mario Veloz desde la oficina de Defensa al consumidor municipal quien, como alternativa, sugiere a los consumidores que concurran a las oficinas municipales para que éstas se encarguen de hacer el trámite para dar la baja.
Los datos nacionales indican que en la base de usuarios registrados en las empresas asciende al millón y medio y que, actualmente se ofrecen más de 120 productos de suscripción por sms.
Libro de quejas
La Dirección General de Defensa del Consumidor, que ha iniciado causas de oficio contra algunas de estas empresas por falta de información clara en las publicidades, actualmente recibe denuncias por usuarios que no se pueden dar de baja. “Tenemos expedientes en marcha. Nosotros hacemos el trámite por ellos para dar la baja”, dijo Veloz y también contó que mucha gente no acude porque tiene vergüenza por el servicio que contrató. “Pornografía o sexo son algunos de los más frecuentes. Acá a los casos los tratamos con absoluta reserva”, advirtió.
Ganaste un premio
Otro de los problemas comunes es el mensaje que anuncia que una persona ganó un premio a través del celular.
El usuario, animado por supuesto coche que ganó o por el jugoso premio en metálico, envía una palabra al número que le piden. Inmediatamente, el número de móvil de este usuario pasa a formar parte de una lista de distribución, a la que la empresa enviará una cantidad indeterminada de mensajes por los que cobrará entre 50 y 3 pesos por cada sms recibido por los usuarios, hasta un máximo de 40 pesos por mes.
Otra de las modalidades es contar al cliente que ha ganado un premio y solicitar que pague para la entrega del mismo.
En defensa del Consumidor de Paraná desde hace un tiempo se vienen recepcionando reclamos de consumidores que reciben mensajes de textos donde se les exige el pago o la transferencia de dinero a cuentas de determinadas empresas y éstas enviarán el premio. “No hay que enviar dinero a nadie porque no será recuperado. Son falsos premios“, advirtió Veloz.“Empresas fantasma que viven de estas cosas y nada más”.
La desinformación es la base principal con la que juegan estos servicios. Y la mejor forma de lograrla es mediante el empleo de datos falsos de contacto, oficinas de información sin personal que hable español (el idioma del cliente) y una larga lista de intermediarios nacionales y extranjeros que hacen prácticamente imposible al usuario encontrar la fuente de los mensajes.
Fuentes: Segu-Info y Uno Entre Ríos